Desayuno de nuestro Comité de Patronage con Lluís Bassets

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Lluís Bassets, Director Adjunto de El País, fue el invitado del último desayuno del Comité de Patronage de nuestra Cámara.

Durante su intervención, el periodista catalán dio su opinión sobre la situación política en España y en Cataluña.

Philippe Saman, director de nuestra Cámara, agradeció la presencia a los asistentes -empresarios de sectores muy diversos- y presentó al invitado. De su currículum destacó que es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona y en Ciencias de la Información por la Autónoma de Barcelona. Ejerce el periodismo desde 1972 y en 1980 fundó y dirigió el seminario El Món. Se incorporó a El País en 1982 y perteneció al núcleo fundador de la edición de dicho diario en Cataluña. Saman resumió su trayectoria profesional en tres palabras: “Es periodista, catalán y emprendedor”.

Bassets inició su intervención haciendo un balance de la situación política en España. “Hemos vivido muchos hechos inesperados, como ha sido un cambio repentino de gobierno, lo cual no se había producido nunca en este país”. Se ha ido un gobierno que llegó al poder con una hegemonía política e institucional insólita, que no se había alcanzado nunca. En 2011, el Partido Popular contaba con el apoyo de las grandes Comunidades Autónomas. Un cierto paralelismo con lo que estaba sucediendo en aquel momento con Convergència i Unió en Cataluña. Desde entonces, las derechas española y catalana han experimentado un deterioro progresivo y acelerado. En pocos días ha cambiado el panorama y estamos empezando a salir de una crisis política que empezó hace mucho tiempo.

Hay un cambio de clima, sobre todo en Cataluña, pero también en el conjunto de España, y una sensación de ver -por fin- la “luz al final del túnel, aunque con la inquietud de no saber qué nos encontraremos cuando salgamos de él”.

En sus 7 años de mandato, el gobierno de Mariano Rajoy ha convertido la “falta de política en su política”, cumpliendo a rajatabla las pautas del Banco Central Europeo. Asimismo, un tema tan importante y delicado como es el de la cuestión catalana, no ha suscitado ningún tipo de acción política por su parte. El gobierno del Partido Popular (PP) ha hecho una muestra de conservadurismo radical insólita, con una filosofía muy clara: “cualquier cosa que haga estará mal, así que es siempre mejor no hacer nada”. No es de extrañar pues que Pedro Sánchez -ante esta situación y respondiendo a las demandas de la opinión públicahaya propuesto una moción de censura para derrocar al gobierno de Rajoy. Sánchez llegó a la segunda moción de censura contra el PP con una gran autoridad. El socialista no sólo ha ganado la partida a los nacionalistas y a Podemos, sino también a su propio partido, que quería condicionarle. Abandonando su escaño ha demostrado que está “dispuesto a jugar hasta el límite”. Ha recuperado el liderazgo desde fuera del Parlamento, lo que le da cierta libertad respecto a su partido. De esta forma, “hemos pasado de la pasividad política de Rajoy a un nuevo gobierno dispuesto a plantearse cuestiones tan importantes como recuperar la imagen exterior de España”.

La política planteada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) es justamente la contraria a la del gobierno de Rajoy, quien durante su mandato decidió ceder a todas las exigencias de Angela Merkel y Emmanuel Macron. Pedro Sánchez, por el contrario, quiere tener un protagonismo de primer orden en Europa.

El rescate de inmigrantes con el barco Aquarius el pasado mes de junio es sólo una muestra de la política de este nuevo gobierno por preservar los valores europeos. A nivel nacional, el rescate en aguas internacionales también ha sido una buena estrategia ante una opinión pública extraordinariamente sensibilizada respecto a los derechos de los inmigrantes. A pesar de las dificultades que hay en el interior del país, en España la extrema derecha no marca la agenda política y hay mucha sensibilidad con los derechos humanos. “Lo que debería ser precisamente un motivo de orgullo y de autoestima, no es algo que esté en primer plano en la argumentación política”, criticó Bassets. A pesar de esto, el nuevo gobierno va a intentar poner en valor estos elementos y tener una mayor presencia en Europa en relación a estos temas.

El periodista apoyó también la posición del gobierno socialista con respecto a la política económica. El PSOE ha adoptado íntegramente los presupuestos del Partido Popular y se ha comprometido con las imposiciones de la política presupuestaria europea. “Tenemos un gobierno más europeísta que el de Rajoy”, añadió.

Bassets continuó abordando la cuestión catalana. La inacción de Rajoy con el procés, dejando el tema en manos de la justicia, ha sido de tal envergadura, que le da mucho margen a Sánchez para actuar al respecto. Visto el punto de cansancio en el que se encuentra el movimiento independentista y la fuerza con la que ha llegado este nuevo gobierno, “creo que vamos a ver en los próximos meses, que las cosas empiezan a cambiar”. Los primeros movimientos se van a producir posiblemente desde las instituciones penitenciarias, con el traslado de los presos políticos, uno de los problemas que más crispa y preocupa a una parte importante de la sociedad catalana.

“El juez está haciendo su trabajo, es decir, juzgar a unos políticos que han intentado romper ilegalmente un Estado democrático, no utilizando la fuerza sino la presión de la calle y de un movimiento popular”. Aunque esta cuestión la deben resolver los tribunales, defendió, el nuevo gobierno tiene la posibilidad de destensionar y crear un clima que mejore esta situación.

En relación a la cuestión catalana, “la única vía posible es la tercera vía, es decir, que los responsables políticos se sienten, dialoguen y lleguen a acuerdos”. En los próximos meses, deben producirse pactos que obliguen a ambas partes a ceder. “Si no hacemos esto, nos castigaremos a nosotros mismos”.

Aunque requiera mucho trabajo y pedagogía, es necesario hacer gestos de distensión hasta el 2020 y -a partir de entonces- llevar a cabo las reformas que sean oportunas. En este sentido, Bassets reconoció que el país necesita una profundísima reforma a nivel constitucional, de leyes orgánicas y de leyes electorales. “La cuestión de la Ley electoral no afecta sólo a Cataluña sino al conjunto de España”.

En Cataluña existen unas distorsiones del voto popular muy severas: se puede gobernar sin tener mayoría de votos populares y teniendo casi la hostilidad del área metropolitana de Barcelona, y todo gracias al voto de las circunscripciones. “Es necesaria una reforma democrática, una recuperación de los consensos y de un cierto clima democrático”, concluyó.

Posteriormente, los asistentes pudieron conversar con Lluís Bassets y disfrutar de un agradable momento de networking.

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